A todo ajedrecista, más de una vez le tiene que haber sucedido que el devenir de la partida lo lleve a quedar en una posición inferior, y encontrarse haciéndose a sí mismo la siguiente pregunta:
¿Y ahora qué hago, cómo salvo esto?
Si esta situación se da en el medio juego, el jugador que está en inferioridad muchas veces intentará entrar en complicaciones tácticas buscando revertir la situación.
Pero si la partida está entrando al final o ya se encuentra en la fase final, y se tiene una posición inferior (por lo general con alguna inferioridad de material), lo más probable es que ya no sea razonable pensar en ganar, y entonces lo más sensato es intentar no perder forzando las tablas.
Hay distintas maneras para forzar tablas, todas ellas muy conocidas, como ser conseguir un jaque permanente, entrar en repetición de jugadas o buscar una situación de ahogado.
Este post está dedicado a otro recurso defensivo para forzar las tablas: Crear una fortaleza.